Con la llegada de junio, el calor y saber que el verano se acerca, nos vemos condenados a decidir si SÍ o si NO al nórdico o edredón.
Duermes SOLO
Si duermes solo, la decisión es bien sencilla. Si tienes calor por las noches, es que ya es hora de quitar el nórdico o edredón y dejarte solamente las sábanas.
Sudar mientras duermes o levantarte de la cama sudando no es una sensación agradable, pero es que además, no es bueno para nuestra salud. Lo que realmente está haciendo nuestro cuerpo constantemente es adaptar la temperatura del mismo. Esto se aplica tanto para adultos como para bebés. Si los niños y/o bebés también se despiertan sudados, es momento de retirar el nórdico o edredón, claramente.
¿Qué pasa si por las noches refresca?
Bueno, ahí ya habrá que ver si refresca lo suficiente como para dejarte el nórdico puesto unas semanas más. Por lo contrario, te lo puedes quitar y si tienes un poco de frío tirarte alguna tela más fina por encima (tipo la mantita finita del sofá).
Duermes acompañado
Si duermes acompañado, la decisión se complica, puesto que puede ser que los dos durmientes tengais sensaciones de frío calor diferentes. Ahí lo único que podeis hacer es, dejar el nórdico puesto y que la persona más calurosa se destape y la más friolera se tape.
De momento, dejarlo puesto sin alargarlo demasiado.
La conclusión es que mucho más de junio no suele durar el nórdico puesto. Así que te aconsejo que lo quites cuando ya notes calor y cambies a algo más finito.