Cuando leemos esto nos quedamos perplejos y no imaginamos que pudiésemos pasar tanto tiempo sobre nuestra cama. Entonces nos damos cuenta de la importancia que puede tener este artículo en nuestra casa y en nuestra vida.
Si el día tiene 24 horas, un tercio del día, es decir, 8 horas (unos más que otros) las pasamos durmiendo. Las otras 8 probablemente trabajando y las 8 horas restantes probablemente realizando varias actividades (comiendo, haciendo ejercicios, la compra, viendo la televisión…).
Entonces, es cuando deberíamos darle importancia a:
Lo hacen cuando sienten dolores de espalda, tienen algún problema físico o llegan a una edad avanzada y empiezan a pensar en su bienestar. Otras causas por las que se desea cambiar el colchón es por el insomnio (trastorno del sueño).
En los países del norte de Europa, donde el descanso nocturno está más valorado y tienen un mayor “grado de rendimiento laboral” (según los estudios de la CEOE), el plazo para renovar un colchón es mucho menor que en España.
Austria y los Países Bajos las familias renuevan sus camas cada 8 años.
En España, sin embargo, según estadísticas de la Asociación Española de la Cama, los españoles prolongamos el uso de la cama un 25% más de lo aconsejado.
Otros países, como Argentina, el colchón se usa durante más de 15 años. Siendo una edad del todo desaconsejada para un colchón.
La recomendación general sobre el cambio de colchón es entre 8 y 10 años.
Durante este periodo de tiempo, los componentes del equipo de descanso (colchón y somier o base) van perdiendo calidad y efectividad hasta llegar un punto en el que su uso puede perjudicar nuestro descanso.
Para llegar a este periodo, lo ideal es conseguir un desgaste progresivo y homogéneo. Hay que rotar y girar el colchón mensualmente.
Para mantener las condiciones del colchón es importante contar con una buena base. Recomendamos cambiar el equipo de descanso al completo, pues una base dañada puede restar efectividad al colchón.
Tampoco hay que olvidarse de la almohada cuyo plazo de renovación es de un máximo de 2 años.