Una pregunta muy frecuente que recibimos es: ¿cuál es el mejor colchón para la etapa juvenil de mi hijo/a?
Lo más importante en el colchón para un niño/a en su etapa de crecimiento es que sea firme. Y con firme no nos referimos a que sea duro como una tabla, pero sí que el colchón tenga un núcleo de alta firmeza y que no se hunda al sentarse o acostarse el durmiente.
En la época de crecimiento de los niños/as, el buen desarrollo de su espalda es fundamental y las posturas y dormir bien, será lo más importante.
Por lo tanto , a la hora de elegir bien un colchón, tendremos en cuenta la firmeza, que sea siempre media o media-alta.
Rebote
A los niños les suele gustar mucho la sensación de rebote. Suelen jugar alrededor de la cama , sentarse y saltar en ella, por lo que un colchón de muelles ensacados es muy buena opción como colchón juvenil.
Además, los colchones que son de muelles ensacados confieren al conjunto del colchón de una firmeza considerable para que el conjunto del colchón no sea blando.
Al menos 21 cm de grosor
Se considera un buen colchón, aquel que tiene un grosor de mínimo 20 cm. Los que están por debajo de este grosor, los llamamos colchoneta, puesto que no son lo suficientemente consistentes.
Es muy importante que el colchón sea grueso ya que esto aportará mejor estabilidad al conjunto.
Tejido extrasuave y viscoelástica
En la parte superior del colchón, es decir, donde se apoya el cuerpo del niño/a, es importante que haya un tejido extra suave, ya sea de espumación o algún cm de viscoelástica. Esto aportará cierta mullidez al descanso y, aunque el colchón sea firme, el dormir será agradable al durmiente.